Pasando el rato {Cody}

Esperé a que anocheciera antes de salir de casa. Cogí el coche y salí de casa dirigiendome hacia la playa. Hacía un tiempo perfecto. Calor con un poco de aire, que hacía que el ambiente estuviera mejor. Para mí, aquella era la temperatura perfecta. Cuando salí del coche y miré hacia la playa sonreí al comprobar que no me había equivocado cuando había pensado que a esa hora no habría nadie allí. Quizá hubiese unas cuantas personas, pero estaban más lejos, ya que yo me había ido a un lugar donde a penas solía ir gente y mucho menos a estas horas. Caminé hasta la playa y me quité los zapatos para caminar por la arena. Esta estaba fresca. Caminé un rato por la playa alejandome del lugar donde tenía el coche y cuando me hube cansado, me alejé un poco de la orilla y me senté en la arena. Un soplo de aire hizo que mi pelo se moviera y sentí algo de frío. En ese momento me hubiese gustado llevar una chaqueta, pero ya era tarde.

Seguí mirando hacia el agua. Observaba como las rocas chocaban contra el mar. Parecían flashes de cámaras, como si alguien estuviera haciendo muchas fotos. Era agradable estar allí a pesar de que ahora se notaba algo más el frío. El sonido que producía el mar era relajante. La playa unicamente estaba iluminada por la luna, pero aún así se podía ver bien debido a que esta estaba casi llena, aunque no completamente. Sonreí un momento. La luna estaba justamente encima del agua y su reflejo se podía ver en esta. Hacía bastante tiempo que no pasaba un tiempo a solas, sin pensar en nada en concreto, pensando más bien en todo. Y era algo que llevaba necesitando desde hacía tiempo. Cerré los ojos unos instantes, concentrandome unicamente en el sonido del viento y del agua. Intentaba dejar mi mente en blanco. Cuando estuve relajada del todo abrí los ojos de nuevo y entonces vi a alguien. ¿Era él de verdad? Hacía bastante tiempo que no le veía, pero sabía que le había reconocido perfectamente, siempre lo hacía. Ahora mi mente ya no estaba en blanco, muchas imagenes acudieron a ella, algunas bastante buenas, otras, la verdad, no tanto. El principio y el final de nuestra relación. Sabía que me había visto, por unos momentos nuestras miradas se cruzaron, pero no dije nada. No estaba muy lejos, pero no sabía si era conveniente hablar, pues segura,emte acabaríamos discutiendo y no era algo de lo que tuviera ganas.